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Conversación nº 4.6 (03- 11- 04)
En la conversación anterior, Estructura del habla, decíamos que la entonation fait la phrase Nos corresponde hoy decir cómo lo hace. Para ello tendremos que explicar la sutil manera de poner de manifiesto todos los vínculos y rupturas o junturas entre palabras y sintagmas para que el oyente reconstruya mentalmente el árbol sintáctico implícito ne el devenir sonoro mediante la melodía asignada al decir. Es decir, que mediante una serie de movimientos tonales o tonemas estructuramos la frase pronunciada linealmente emitida, de forma similar a la estructura del citado árbol sintáctico.
El modelo no completo que muestra esa compleja entonación de la frase, se explica en nuestros artículos a intaxis y entaxis, de los cuales extractamos una descripción, que además ampliamos.
Repetimos que por medios exclusivamente melódicos se significa la sintaxis del texto. Otros medios adicionales como la pausa, son sólo apoyos, pero en absoluto indispensables.
La unidad sintáctica más amplia es tradicionalmente la frase, compuesta por una o varias oraciones principales, las que, a su vez, pueden contener otras oraciones en sus sintagmas, en un casi interminable secuencia de cajas dentro de cajas. Pues bien, la entonación típica de una frase enunciativa o aseverativa desprovista de intenciones y expresiones especiales, de una frase neutra, vamos, es una línea melódica descendente, que simplificamos en una recta inclinada. Y esto es cierto en muchísimas lenguas, todas las que conocemos Parece pues que el punto en la escritura se realiza con un tonema descendente, pero, cuidado, no sólo a final de frase, que también, sino durante toda ella, o, más concretamente, desde el primer acento de palabra que encontramos en la frase.
Esto es generalmente cierto siempre que la frase se a simple, sea una oración de una pieza, digámoslo así. Demostrémoslo esto mediante nuestro programa Autodis, que calcula la entonación de habla y música con gran precisión.
En la figura adjunta vemos la entonación de la oración "yo soy un hombre". Se observa, en efecto, una entonación descendente; pero algo quebrada. ¿Cómo es eso? El locutor ha dotado al "yo" de una cierta inflexión que podemos calificar como coma temática, la que se produce cuando lo que precede a la coma se refiere a algo o a alguien ya aparecido en la conversación. Es el caso en que un grupo comenta, uno por uno, lo que le pasa: "yo, ...", "yo, ...", etc. y esa coma temática, débil, en este caso, se pone de manifiesto, se realiza mediante esa elevación tonal de la coma, elevación que no se observa porque se aplica sobre la recta descendente de la oración, es decir, la entonación de coma temática se superpone o suma a la entonación de frase, y la melodía resultante es, sin embargo, separada en sus componentes (coma y oración) por el oyente.
Pronunciemos más claramente esta coma temática: "pues yo, no tengo ganas"
Se observa como la curva prosódica, la entonación baja primero en el "pues" sílaba átona que precede a la tónica "yo", y desde esta la frase cae en picado hasta el final, como decíamos., curva entonativa, que simplificamos en rojo, debajo de la real.
Se observan varias características de esta melodía sintáctica o intáctica, como definíamos en el primero de los artículos mencionados.
El primero es que las consonantes sordas, sin tono, interrumpen naturalmente la curva entonativa, no obstante, la entonación sentida, y, por tanto, la muscular del hablante sigue su evolución como si sí hubiera sonado. Es decir, hay una entonación continua muscular (comunicada por el sistema nervioso a los cartílagos aritoneideos que gobiernan la tensión a las cuerdas vocales), pero esta entonación sólo es puesta de manifiesto cuando en la cadena hablada hay alófonos (sonido concreto de un fonema) sonoros, con tono.
También vemos que la entonación varía durante esos sonidos sonoros, de modo que, en ningún momento queda estable o constante el tono, en esto, como sabemos, se diferencia el habla de la música, en la que sí, los tonos son pocos, y aunque varían, convergen hacia estabilidades, esas estabilidades que llamamos notas.
Ya contamos con dos entonaciones importantes, la de coma temática y la de frase, cuya suma produce la entonación de una frase bimembre.
El tercer elemento siempre presente en el habla es el acento, que, como ahí vemos, consiste en una elevación local de la vocal acentuada. Esta elevación también se superpone a la curva tonal. conformando así multitud de frases aseverativas compuestas por estos tres elementos: acento, coma temática y frase aseverativa.
Si la frase no es aseverativa, su entonación varía, de una manera menos estándar que la aseverativa, porque está más ligada ala idiosincrasía local o regional del hablante. En particular, la frase interrogativa que no incluye una partícula autosuficiente, como "¿qué ...?", "¿cómo ...?", "¿cuando ...?", sube su tono al final como indicando la falta de conocimiento del preguntante, la insatisfacción sobre lo preguntado.
En la figura vemos la entonación de una pregunta en tono casual "¿Tienes fuego?". Se aprecia poca oscilación tonal. A más interés o emoción, crece paralelamente el ámbito tonal, porque este parámetro es un marcador de esa expresividad. Así se proponía en nuestro artículo: En_busca_de_una_intervalica_musical subyacente en la prosodia