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Decasílabo (incluido en Grupo Fundacional de Verso)
Vistos los versos más frecuentes en español, endecasílabo, octosílabo, heptasílabo y alejandrino, hemos empezado a ver otros menos usados.Y para completar la serie (hasta el endecasílabo) presentamos ahora este raro espécimen. Buscamos primero un ejemplo (claro, en Darío) y tras hojear cuatro páginas encontramos uno:
Mensajero sublime Bajo un límpido azur, cuyo rayo flordelisan los astros de fuego, como un dios en su carro marino que arrastraran cuadrigas del viento.Cuadrigas sin acento. Analizando el ritmo o métrica interna (del texto), encontramos una sucesión de cláusulas anapésticas, 4, con la última cataléctica, lo que ofrece pausa fácil
: ta-ra-RA-ta-ra-RA-ta-ra-RA-ta (ra-RA)
es el caso del conocidísimo "Del salón en el ángulo oscuro/de su dueño tal vez olvidada/silenciosa y cubierta de polvo/veíase el arpa..." becqueriano, en el cual no habíamos pensado como decasílabo. Claro que el último verso, ya no es anapéstico, sino anfíbraico, con un pie menos: ta-RA-ra-ta-RA-ra
Si se tratara de pies binarios precisaríamos usar troqueos, 6. completos. uno entero de pausa:
TA-ra-TA-ra-TA-ra-TA-ra-TA-ra-(TA-ra)
Como en casos anteriores, en el cuadro 1 aparecen las sílabas numeradas y representadas mediante circulitos, pequeños para las no marcadas, medianos para las marcadas secundarias y grandes para las marcadas principales ‒en cursiva si caen en la pausa fin de verso. Esta pausa dura una sílaba si la última palabra era llana, como es normal, dos si era aguda, menos frecuente, o ninguna, si era esdrújula, caso aún menos frecuente. Se mantiene pues la distancia temporal, medida en sílabas, entre la última sílaba acentuada del verso, la 8ª, y la primera del siguiente, igualando así el ciclo rítmico.Las marcas son lugares donde recaen frecuentemente los acentos en versos iguales y sucesivos, lo que crea un patrón rítmico que se recuerda y espera. Las dos categorías de marca, fuerte y débil, nacen de un hecho empírico: siempre intentamos contrastar las cosas, para sentir su diferencia y por tanto la estructura del conjunto: se perciben los cambios, la igualdad se olvida, pasa inadvertida. Introducíamos esta jerarquía en el eneasílabo. El primer tipo es el trocaico, el segundo el anapéstico, ya vistos. Del resto, irregulares, es especial el tipo 3, porque su simetría lo divide por la mitad (¿y quien lo divide? El sentimiento rítmico al recitarlo: hágase), quedando dos pentasílabos separados por una cesura. también en Darío encontramos
\síla 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 tipo\___________________________________________________________________________ 1 O º 0 º O º 0 º O º (0) (º) 2 º º O º º 0 º º O º (0) (º) 3 0 º º O º 0 º º O º (0) (º) 4 0 º º O º º 0 º O º (0) (º) 5 º 0 º O º 0 º º O º (º) (º) 6 º 0 º O º º 0 º O º (º) (º) 7 º 0 º º O º 0 º O º (º) (º)Cuadro 1. Siete tipos iniciales de decasílabo.pero el verso está ya dividido, porque encontramos más adelante un esdrújulo que obliga a la cesura:Cuando contemplas, cuando sonríes tú no haces nunca que obras preciosas: cuando sonríes, los colibríes, cuando contemplas las mariposas.Debe de haber ejemplos de los demás tipos, pero no parecen frecuentes. Inesperadamente me socorre en mi búsqueda la deliciosa Sor Juana Inés de la Cruz, con estos ejemplos:siendo la pálida, la misteriosaque pertenecen también al tipo 3, pero atenuando su partición al suprimir el segundo acento. En fin estas dificultades muestran la inestabilidad de este verso, su poca facilidad rítmica, de modo que su uso parece mas bien un voluntarismo que un gozo. Aparecen decasílabos mezclados con endecasílabos en Chaucer, anterior a Shakespeare: se justifica esta mezcla adoptando (como nosotros hacemos) una marca versal en el segunda sílaba del endecasílabo. La anterior, anacrusa se incluye o se suprime, lo que ocasiona un decasílabo sin variar para nada el esquema rítmico. Y por último, un recordatorio: los franceses y los métricos de los versos antiguos ‒como las cantigas‒, llaman decasílabos a nuestros endecasílabos. Hay pues que contar sílabas y acentos siempre, con independencia de los nombres. Como la pagina queda corta, veamos el poema entero de Sor Juana, en cuartetas asonantes, un poema amoroso que parece despertar inquietudes sobre la santidad (propuesta) de la poetisa, dado lo ardoroso del sentimiento:...pámpanos de cristal y de nieve cándidos tus dos brazos provocan...
Lámina sirva el Cielo al retrato,
Lísida, de tu angélica forma:
cálamos forme el Sol de sus luces;
sílabas las Estrellas compongan.
Cárceles tu madeja fabrica:
Dédalo que sutilmente forma
vínculos de dorados Ofires
Tibares de prisiones gustosas.
Hécate, no tirforme, mas llena,
pródiga de candores asoma;
trémula no en tu frente se oculta,
fúlgida su esplendor desemboza.
Círculo dividido en dos arcos,
Pérsica forman lid belicosa;
áspides que por flechas disparan,
víboras de halagüeña ponzoña.
Lámparas, tus dos ojos, Fabeas
súbitos resplandores arrojan:
pólvora que, a las almas que llega,
tórridas, abrasadas transforma.
Límite de una y otra luz pura,
último, tu nariz judiciosa,
árbitro es entre dos confinantes,
máquina que divide una y otra.
Cátedras del Abril, tus mejillas,
clásicas dan a Mayo, estudiosas:
métodos a jazmines nevados
fórmula rubicunda a las rosas.
Lágrimas del Aurora congela,
búcaro de fragancias, tu boca:
rúbrica con carmines escrita,
cláusula de coral y de aljófar.
Cóncavo es, breve pira, en la barba
pórfido en que las almas reposan:
túmulo les eRiges de luces,
bóveda de luceros las honra. Tránsito a los jardines de Venus,
órgano es marfil, en canora
música, tu garganta, que en dulces
éxtasis aun al viento aprisiona.
Pámpanos de cristal y de nieve,
cándidos tus dos brazos, provocan
Tántalos, los deseos ayunos:
míseros, sienten frutas y ondas.
Dátiles de alabastro tus dedos,
fértiles de tus dos palmas brotan,
frígidos si los ojos los miran,
cálidos si las almas los tocan.
Bósforo de estrechez tu cintura,
cíngulo ciñe breve por Zona;
rígida, si de seda, clausura,
músculos nos oculta ambiciosa.
Cúmulo de primores tu talle,
dóricas esculturas asombra:
jónicos lineamientos desprecia,
émula su labor de sí propia.
Móviles pequeñeces tus plantas,
sólidos pavimentos ignoran;
mágicos que, a los vientos que pisan,
tósigos de beldad inficionan.
Plátano tu gentil estatura,
flámula es, que a los aires tremola:
ágiles movimientos, que esparcen
bálsamo de fragantes aromas.
Índices de tu cara hermosura,
rústicas estas líneas son cortas;
cítara solamente de Apolo,
méritos cante tuyos, sonora.Sor Juana Inés de la Cruz. Como decíamos, el poema usa invariablemente el tipo 3, modificado por la supresión del acento-marca en la 4ª ‒excepto en unos pocos casos que sí lo conservan..
Hay además otras particularidades: todos los versos comienzan con palabra esdrújula trisílaba; la rima es asonante, como un romance. Parece un ejercicio métrico.
Vuelta al Principio Última actualización: viernes, 18 de septiembre de 2015 Visitantes: