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Flamenco
El flamenco, que algunos prefieren llamar cante jondo, es música honda, en efecto, modal, rasgada y hasta brutal en los palos más serios. Es también muy difícil: intente cantarlo un buen músico sinfónico, poseedor de teoría y practica en ritmos, escalas y acordes: el resultado es patético, ridículo: esta música contiene otras claves que la hacen tan remota como un canto marciano. Por mi parte, mi largo acercamiento a las músicas orientales me ha acercado a alguna de esas claves, sin que ello me faculte para cantarlo, desde luego.
Mi relación con el fallecido Antonio Espinós, flamencólogo experto que me legó una antología del flamenco en 5 cassetes, especialmente diseñada, profundizó mi afición y mi interés como musicólogo o más bien como etnomusicólogo (desgraciada palabra, pero ahí está).
Aquellas músicas me permitieron percibir unos intervalos sutiles en los cantes más gitanos ( los más hondos y terribles) que los sacaban decididamente tantos de las escalas mayor y menor occidentales como de la ya manida frigia (eclesiástica), la de 'mi' con teclas blancas.
Amablemente recibido en la Peña Juan Breva de Málaga, y expuesta que fue esta percepción mía, me fue remitida después una cassette con martinetes y otros cantes sin guitarra (como tonás) de cantaores gitanos. Como no llegué a escribir el artículo prometido, lo comienzo aquí.
He aquí la
Se habla también de flamenco (incluido aquí):
Martinete de Antonio Mairena La Soleá COMPARACIÓN ENTRE EL MARTINETE Y UN CANTO CINGALÉSy también (aquí)
Oir con trabajo una tonaPercibo además una
Tension gitana_paya en el flamenco.
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actualización: Thursday, 21 de February de 2013 Visitantes: