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Textos para curso en Bogotá II. Teatro-2: No hay burlas con el amor (incluido en Grupo Fundacional de Verso)
Para nuestro segundo curso de Bogotá, recopilamos escenas de verso dramático. En esta sustituimos una fugaz intervención de Isabel por Moscatel, ya presente. La escena queda para cuatro personajes pues: Beatriz, dama, Inés, criada, Alonso, caballero. Moscatel, secundario en esta escena.
Moscatel dice "atento" en lugar de "atenta", claro. Escuadro texto ausente en alguna edición, y corrijo alguna puntuación para completar las frases. Hay silvas y romance, que corresponden a dos situaciones diferentes: conversación íntima entre señora y criada la primera: diálogo vivo con aparecidos por sorpresa.
Métrica contrastante: silvas y romance. En ambas dividir en pseudoestrofas, explicadas en Romance.
La estructura de la pieza se considera en .No hay burlas con el amor. Estructura.
Interesa el lenguaje alambicado, que hay que transmitir y hacer entender.
No hay burlas con el amor. Pedro Calderón de la Barca. Acto II. Escena XII | |||
Contexto. Inés dialoga con Beatriz, dama pedante y fría. Alonso, cínico convencido por un amigo, le finge amor y ella se va enamorando, al tiempo que modera su habla. El también va cayendo en la trampa del amor. | |||
INÉS: Grande es, señora, tu
melancolía.
BEA: ¿Cómo no ha de ser grande, y
más si es mía?
¿Y harta razón no tengo,
pues por Leonor con mi
ascendiente vengo
a padecer calumnias de que amo,
cuando la misma ingratitud me
llamo?
¿Yo, pensar que he escuchado a
un hombre amores,
que admití un papel, que di
favores,
que entró en mi cuarto abriendo
una fenestra,
que fue el tacto la nube de mi
diestra?
Cosas son que el escrúpulo más
leve
dentro de mí, ni aun a pensar
se atreve.
Y así, aqueste retiro,
donde la luz del sol apenas
miro,
lúgubre será esfera
en que, engañando lo que vivo,
muera.
Estancia será esquiva
en que, burlando lo que muero,
viva.
El sol, Narciso de carmín y
grana,
desde el primer fulgor de la
mañana
al paroxismo de la noche fría
adonde espera el parangón del
día,
no me ha de ver la cara,
si ya con luz no se penetra
avara
a esta mansión adonde
mi profanado pundonor me
esconde.
Lloren aquí mis ojos
sinónimos neutrales, digo,
enojos
de torpes desvaríos,
que son ajenos, y parecen míos.
Inés, ¿no me he quejado
en bien humilde estilo, en bien
templado?
Si mi padre me oyera,
¡Oh, cuánta enmienda en mis
discursos viera!
INÉS: Mucha, aunque del tema
reformado
algunas palabrillas te han
sobrado.
BEA: Dime cuáles han sido.
INÉS: "Lúgubres" y "crepúsculos" he
oído,
"equívocos", "sinónimos
neutrales",
"fenestras", "paroxismos" y
otros tales
de que yo no me acuerdo.
BEA: ¡Con la
estulticia que hay, el
juicio pierdo!
Pues ¿ésas no son voces de
cartilla,
que un portero las sabe de la
villa?
Mas desde aquí prometo
que calce mi conceto
a pesar de Saturno,
vil zueco, en vez de trágico
coturno.
INÉS: (Enmendándose va).
Aparte
BEA: Y tú, si me
oyeres
frase negada a bárbaras
mujeres,
por ver si en esto topa,
tírame de la manga de la ropa.
INÉS: La concesión aceto,
y ser fiscala de tu voz
prometo.
Salen don ALONSO y MOSCATEL
MOS: Ésta es Beatriz, y puesto que has venido
a divertirla, su galán fingido,
hablar aquí podrás seguramente;
yo, atento a que no haya inconveniente,
con Inés allí hablando,
hoy las espaldas te estaré guardando.
ALO: (¿Quién creerá que he tenido
mudo el amor, aun siendo amor fingido?
INÉS: Moscatel, ¿qué es aquesto?
MOS: La droga introducir que se ha dispuesto.
INÉS: ¿Para qué entras tú acá?
MOS: ¿Para qué? Amo,
y no has de estar a tiro de mi amo
sin escucha.
BEA: ¿Qué es esto? Viendo a Don Alonso
INÉS: Un hombre
osado
que hasta aquí se ha entrado.
BEA: ¡Un hombre en mi cubículo! ¿Qué haces?
INÉS: Tirarte de la manga.
BEA: ¡Necio intento!
Detén, que sólo digo en mi aposento.
ALO: Hermosa Beatriz, la voz
no des al aire, no des
al cielo quejas, hüidas
de la prisión del clavel.
Oye piadosa mis ansias
sin enojarte, porque
no siempre fue, de lo hermoso,
patrimonio lo crüel.
BEA: ¿Andáis por antonomasias?
INÉS: Dos veces tiro.
BEA: ¡Está bien!
Atrevido caballero,
--que has
sido osado a romper
la clausura donde el sol,
que fénix y hoguera es,
si tal vez entra atrevido,
sale cobarde tal vez;
y a no traer por disculpa
que me viene el día a traer,
no osara donde estoy yo
a entrar en átomos él--,
¿qué atrevimiento, qué audacia
Rige tu alevoso pie?
. |
ALO: Yo soy aquel que dos años viviente girasol fue de la luz de tu beldad, fragrante al llegarte a ver cuanto mustio al ausentarse, que entre el morir y el nacer no hubo más distancia que entre si se ve o si no se ve. INÉS: (Atención, señoras mías; Aparte entre mentir o querer, ¿cuál será lo verdadero, si esto lo fingido es?) ALO: La causa hoy de este alboroto es haber hallado ayer tu padre el crïado mío que te traía un papel; y viendo la obligación que tengo a quien soy, osé, temeroso de tu riesgo, agora que ocasión halle, entrar hasta aquí. BEA: Detente, que ya me incumbe saber, aunque mi riesgo derogue la más inviolable ley, qué papel o qué crïado aquése que dices fue. ALO: El crïado, este crïado; el papel, aquel papel que abrió Leonor, siendo tuyo, porque a ella se le dio Inés. INÉS: Yo no se le di, que ella me le quitó sin querer. BEA: ¿Tuyo era el crïado? ALO: Sí. BEA: ¿Y tuyo el papel? ALO: También. BEA: ¿Y para mí? ALO: Pues, ¿qué dudas? BEA: Antes no dudo, pues sé que mi muerte y mi homicida fuiste de mi paz, crüel tirano, que introdujiste escrúpulos en mi fe. Vuelve, vuelve las espaldas de piadoso, o de cortés, que solicitas mi muerte si aquí mi hermana te ve, porque hará verdades hoy los fingimientos de ayer. INÉS: (¡Qué fácilmente creyó lo que él contó y yo afirmé!) Aparte MOS: (En fin, no hay cosa más fácil Aparte que engañar a una mujer.) BEA: Y no quieras más victoria, de mi vanidad, que ver que por ti lloran mis ojos, que puede, en efecto, hacer costar lágrimas un hombre sin quererle una mujer, que no las lágrimas siempre señas son de querer bien. Vete. ALO: (Más lo deseo yo, Aparte que estoy ya para perder el juicio, pensando modos para responder). BEA: No des más escándalo en mi casa, que basta el primero ser que concupiscible oí. Tírale de la manga INÉS No tires más, déjame, que tienes traza, por Dios, de dejarme muda. ALO: En fe, diámetro al menos serte no rehúsa aquesta vez mi opuesto planeta; quiero obedeceros cortés, pero en sabiendo mi amor. BEA: Pues adiós, que ya lo sé. ALO: No se ha empezado muy mal. Aparte MOS: Ni se ha acabado muy bien; que viene gente. INÉS: ¡Ay, señora, ir no le dejes! BEA: ¿Por qué? INÉS: Porque al paso están hablando Leonor, don Juan, y también tu padre. MOS: El padre es el diablo de estos enemigos tres. BEA: Mi climatérico día es hoy, ¡ay de mí!, si os ven, porque contra mí los cielos han sabido disponer evidencias que acreditan culpas que no imaginé. Para el cuarto de mi padre el paso esta cuadra es; no podéis salir de aquí, ni allá dentro entrar podéis; y así, antes que aquí entren, fuerza el esconderos es. ALO: ¿Es comedia de don Pedro Calderón, donde ha de haber por fuerza amante escondido o rebozada mujer? BEA: Esto conviene a mi honor. ALO: ¿Yo me tengo de esconder? MOS: Inés, mala burla es ésta. INÉS: Y muy mala, Moscatel. BEA: Esto he de deberos. ALO: (Cielos Aparte considerad que no es bien darme tan fino el pesar, siendo tan falso el placer). BEA: ¿Qué esperáis? ALO: ¿Qué he de esperar? Saber adónde ha de ser donde tengo de esconderme. INÉS: Donde estar mejor podréis es en aquella alacena de vidrios. BEA: Has dicho bien. ALO: ¡Lindo búcaro del duque o de La Maya seré! ¿Yo en alacena de vidrios? ¡Voto a Dios! BEA: Preciso es. INÉS: Entrad. ALO: Sin un calzador no es posible. INÉS: Entra también. MOS: ¿Es alacena de dos como mula de alquiler? Éntranse en una alacena, y québranse vidrios |
Vuelta al Principio Última actualización: Friday, 01 de November de 2013 Visitantes: