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Micro-entonaciones (incluido en Grupo Fundacional de Verso )

Hablamos de este tema tan importante para la expresividad y la emocionalidad del texto en Micro-entonaciones.

Realizamos ahora algunas medidas sobre habla emocional. Para ello tomamos nuevamente el parlamento del Duque en el Castigo sin venganza. Querejeta habla: y dice sentidamente: "No más...". Ambas palabras son acentuadas, pro normalmente el primar acento quedaría absorbido por el segundo. El actor en cambio potencia ambos acentos, dotando a cada uno de un alto intervalo tonal: con ápices en las vocales acentuadas, recorre +9, -5, +8, -10 semitonos.

De esta manera:

n o o o o ó o m a a a a a a á a ss de e ...

+9 -5 +8 -10

El habla es así muy potente, muy emocional, y muy esforzada: de hecho hay que hacer un esfuerzo para impulsar la entonación de esta manera. Y si se hace se siente la energía la voluntad que implica esos intervalos tonales.

A la vez requieren estos algo de lentitud en el habla, de modo que `dé tiempo` a realizarlos. Oiga la entonación a velocidad normal y más lenta, para apreciar mejor la melodía.

Si codificamos estas microentonaciones con un acento circunflejo (de hecho esa es la microentonanción que se realiza sobre la vocal microentonada, y quizá este acento codificaba asimismo la entonación en griego antiguo), y con un acento grave una bajada adicional, queda:

"nô màâs | de vuestro castîgo"

con lo que quedan privilegiados los tres acentos principales, lo de las palabras expresivas, quedando vuestro sin apenas relieve. El más privilegiado ha sido "más", con dos movimientos tonales.

Otro momento: "...lâ vîda..(podrá mañana)". Aquí la subida de la sílaba acentuada y privilegiada es enorme: la entonación puede codificarse como

"lâ vîdaaa...",

con dos circunflejos incluso en el artículo. El segundo sube unos 8 semitonos (más de una quinta justa musical ‒do-sol) y baja más de 14, más de una octava. Es un momento cumbre del monólogo (quitar un hijo la vida al padre) que es apropiadamente privilegiado por el actor.

Todos estas medidas se han realizado sobre una grabación espontánea, no cuidada ni producida para el experimento.

Nos reafirmamos sobre el poderoso efecto de este recurso para expresar emoción. Y, al tiempo, para privilegiar una palabra.

Tan potente es que, cuando uno la ejecuta voluntaria, técnicamente, sobre una palabra o frase, esta o estas se vuelven emocionales y esa emoción se comunica al propio locutor, que se siente como movido, latigueado por ella. Es notable. La forma produce emoción, también en este dominio mcroscópico de la entonación. últimamente se probó en Bogotá: un actor que hacía de Basílio al final de La vida es sueño, al decir eso de "¡Hijo!, que tan noble acción...", al ser requerido que microentonara la primera palabra, lo hizo, muy sobriamente, y el resultado fue, para quien escribe, espectacularmente emocional.

Vuelta al Principio Última actualización: viernes, 18 de septiembre de 2015 Visitantes: