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Contra Stanislavsky (incluido en Grupo Fundacional de Verso )
Me apresuro a suavizar el título –ya suavizado mediante al cursiva–. Respetamos mucho al maestro, aunque sólo fuera por haber edificado -edificado, si– un sistema eficiente con códigos, estructura y docencia. Este es también nuestro propósito –en relación al verso y el ritmo–, desde nuestra suma modestia.
No contra pues, pero si a favor de todo aquello que no es psicológico en el teatro. Y sí, ya sabemos que también el maestro y sus discípulos sabían que no todo es psicología. Pero tenía que elegir un título, ¿no?.
En el teatro, con en toda forma de arte hay una forma, la obra de arte que encapsula el llamado arte. No hay arte en general sino hechos, objetos, sonidos y movimientos desarrollados en el tiempo, incluso construcciones de sabores y olores. A todo ello reunido, de manera general llamamos Arte.
Consideremos la música y el ritmo, universales, intemporales, con sus números fáciles y difíciles, con su consonancias y disonancias rítmicas y harmónicas, expresivas sin nadie, de por sí.
Consideremos la estructura del drama, la cual, como toda estructura puede ser realizada mediante muy diferentes motivaciones y talantes de los personajes: cuentan sobre todo sus conflictos y comportamientos.
Consideremos la luz, el color, el tempo, consideremos la geometría de los decorados. Los movimientos- danzaque acontecen motivados por variadas actitudes, tareas y similares.
Recordemos la psicología conductista (behaviourist) que en lugar de inquirir qué le pasa al sujeto por dentro, en qué piensa, qué siente, fija su atención crítica y científica en lo que hace, en su comportamiento.
Pensemos en la forma en general, alejada de todo subjetivismo, estructuras expresivas de manera muy diferentes, como la simbólica, como la mágica, como la religiosa, como la ética. Son elementos arquetípicos que rebasan la estrecha psicología personal, que conectan con lo general y a veces, con lo absoluto.
Los ritos poseen forma y emoción, pero poca psicología personal. La tragedia griega por ejemplo cuenta cosas de personajes, si, pero apunta mucho más allá que contarnos una historia entretenida (objetivo que parece ser ahora prioritario, si escuchamos a los promotores teatrales).
El mito toca estructuras profundas de nuestro espíritu, con medios simples: Caperucita nos impresiona (niña, fiera, pelo, comerse, matar...) porque habla a nuestra psique, aunque la suya es simple; como es simple el lobo; pero de dos simpletons brota un conflicto potentísimo.
Asimismo trata la Commedia dell'Arte temas básicos con personajes constantes, es decir, apareciendo en numerosas obras, con caracteres arquetípicos –centrados en su máscara– con reacciones y gestos casi de marionetas, Y sin embargo, qué buen teatro, que efectivo, conmovedor y satisfactorio.
Pensemos en le movimiento corporal con su energía que puede ser motivada por muy diversas emociones y caracteres.
Psicología, sí, pero en el espectador, por los medios que sean, no, necesariamente en el personaje. (por cierto, vea Psicologias en el teatro)
¡Cuánto, óh, cuánto hay en el teatro de formalismo y esquema y ritmo y estructura!
Pero vamos a conocer mejor el pensamiento del maestro en Pro Stanislavsky
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actualización: Thursday, 21 de February de 2013 Visitantes: