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Ney IV. Afinación.

A propósito de unas clases intermitentes con Belén, neyzen y flautista, añadimos detalles diversos a estas páginas sobre el ney turco. Completamos así  las páginas anteriores, I,  II, III.

Muy importantes ha sido el (¿pequeño, grande?) descubrimiento de que con apoio (tensión y presión del diafragma sobre los pulmones), como en el canto, la presión del aire se hace más estable en el soplo y por consiguiente la afinación de la nota se hace también estable. Además se da una sensación de dominio y seguridad en el toque en general. Y lo contrario queda vacilante, algo angustiado y poco convincente.

Otra cosa sobre afinación. También como en el canto, el paso a menor intensidad, conseguida  con menor presión de aire, tiende a bajar la afinación: hay pues que compensar esa bajada con una subida equivalente, con la posición de la boca o el ney o ambos. Cuidar ese final es importante. Muy importante porque el final es el mensaje que queda colgado en el tiempo, representa lo anterior.

Ya sabemos que esa variación en la afinación se consigue inclinando el ney respecto a la boca. pero también y es mejor por rapidez, cambiando la disposición de la propia boca por dentro, de modo que puede alcanzarse una variación de casi un tono, sin variar aquella inclinación.

Esto es particularmente necesario en esas dos notas comprendidas entre el Rast central (segundo harmónico del fundamental del tubo) y el Yegah (cuarta descendente de esa nota), que han de realizarsese mediante el séptimo (opuesto a los demás) agujero y esas técnicas que acabamos de describir.

Para dotar de potencia y de timbre más rico a esas notas y el resto hacia la más grave (fundamental o primer harmónica del tubo) hay que conseguir que suenen no sólo ese harmónico sino también el segundo, simultáneamente, con lo que el tono percibido es el mismo, pero potencia y timbre son mayores. Hay que parar antes de que la potencia adicional del soplo haga cambiar del primero al segundo harmónico, con lo que el tono percibido sube una octava.

El ataque debe ser todo menos atacado, es decir, debe ser cuidadoso, definido con intento, como un gesto sentido de acogida o rechazo, como una frase sentida.

La afinación natural del ney produce unas pocas escalas empleando un tapado completo, del tipo si o no. Pero otras muchas escalas, e incluso esas, precisan con frecuencia medios tapados, por arriba o abajo; e incluso acercar el dedo al agujero sin tocarlo; eso ya baja algo la altura de la nota.

La calidad del ney depende mucho ‒qué digo mucho, todo, o casi todo‒ del neyzen. Pero el instrumento debe cumplir unas condiciones mínimas para que sea al menos aceptable. Esto tiene que ver con la igualad de afinaciones de una misma nota en diferentes digitaciones, las cuales se consiguen cambiando también el harmónico del tubo que se selecciona. En concreto deben coincidir: neva (6-1 con 0-2)  (último agujero destapado 6 del harmónico 1...) y rast kirdan (4-2 = 0-3). E incluso segah (3-3 =0-4 ). Estas parejas de números aluden al agujero (primero más agudo destapado) y al harmónico (de orden 1,2,3...). Traigo de I, la tabla que sigue  

Octava

Harm\Agu

0

1

2

3

4

5

6

7

Primera

Primero

Do5

Re

Mib

Mi&

Fa

Fa#

Sol

La-SI

Segunda

Segundo

Do6

Re

Mib

Mi&

Fa

Fa#

Sol

(La-SI)

Tercero

Sol

La

Sib

Si&

Do

Do#

Re

...

Tercera

Cuarto

Do7

Re

Mib

Mi&

Fa

Fa#

Sol

...

Veamos ahora cómo se construye un ney, en Ney V.

 


Vuelta al Principio   Última actualización: viernes, 18 de septiembre de 2015    Visitantes:  contador de visitas