Ney III. Volúmenes de las columnas vibrantes.
Tras recordar Ney II, continuamos:
Meditando sobre las distancias de los agujeros al extremo del ney, o mejor, a la boquilla, ya que la frecuencia de la nota emitida depende de esta distancia, se me ocurre que, para aquilatar más exactamente esa distancia, un buen método sería llenar de agua el ney desde la boquilla hasta cada agujero, y calcular las proporciones de esos volúmenes. Porque también la anchura del ney influye, como es sabido. Y además, cada caña tiene pequeñas variaciones locales en el grosor, que solo un volumen puede aquilatar.
El método sería medir esos volúmenes en un ney bueno (o mejor en varios) y calcular esas volúmenes y sus proporciones.
Esto se relaciona con esas fórmulas antiguas de Helmholtz para sus resonadores circulares en los que dos variables son fundamentales: el volumen del resonador y la longitud y anchura del tubo que une la bola al exterior.
Hay que buscar la transición entre esas fórmulas y las simples (demasiado simples) del tubo,