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Funciones del habla natural  (incluido en Grupo Fundacional de Verso )

Es verdad que el acto de hablar es único, integral, en toda su complejidad. Pero para estudiarlo y comprender esa complejidad es indispensable, como en toda ciencia (y la lingüística pretende serlo), el separar en componentes, aditivos o no, lo que está mezclado íntimamente. Tenemos que analizar el habla como si de una mezcla o combinación química se tratara.

Por ello consideremos al habla como un acto complejo con varias funciones simultáneas. Estas funciones están ligadas al emisor, a la transmisión y al receptor o receptores:

piensa y construye
articula y pronuncia
entona y ritma
profiere y suena
dice y significa
informa y notifica
opina y siente
expresar y exhala
denota y connota
gesticula y se mueve
acciona y reacciona
quiere y requiere
pretende y manipula
sucede y repercute
finge y miente
delata procedencia
irradia e impacta
apunta y muestra
lanza y envía
diRige y focaliza
transmite y comunica

O sea, al hablar, el hablante construye frases con un significado, el de las palabras unidas en frases; y lo hace mediante sonidos, moviendo boca, cara, ojos, incluso manos y cuerpo.

El primer aspecto, el considerado siempre por la gramática, es el que se centra en el producto lingüístico: una vez emitida una frase, se aísla y se analiza para ver su constitución, y su significado en función de las palabras que contiene: es la función lógico-gramatical.

Además dota a esa frase de un contenido más rico: lamenta  lo que dice o se alegra, añora, desea, anuncia... muchos matices. Es la función expresiva, que apunta a lo que le sale al hablante sin pretender nada: como un gemido, como un rugido.

asimismo, sin pretenderlo, dota de más o menos energía a lo que dice, potenciado por sus emociones, sí, pero también por su naturaleza y complexión, su vigor natural. Esto también lo vierte, se percibe, también inconscientemente por el oyente. hay gente que da energía y gente que la roba, y así son recibidos por los demás.

Más aún, vierte en su decir todas las inflexiones y acentos regionales, nacionales locales, familiares e individuales, todo ello muy inconsciente e espontáneamente, inevitablemente.

Por otra parte, el hablante puede variar su juicio ante lo que está diciendo: o está seguro (o lo finge) en frase aseverativas o enunciativas. Si no lo sabe, lo pregunta, con igual contenido sintáctico y semántico. Es la modalidad de frase. Esta importante aspecto del habla, tan importante que tiene signos propios de puntuación, que da dentro del aspecto siguiente, el impresivo.

También desea algo de su decir: ordena o ruega, quiere algo del o de los oyentes y requiere algo de ellos, una acción por su parte que satisface un deseo del hablante. Es la función impresiva.

Ambas funciones, expresiva e impresiva pueden unirse en la función emocional.

Es decir, el hablante pretende cosas: convencer, sacar dinero, seducir, infundir dudas, Y todo con los contenidos anteriores. Hay lo que dice y hay por qué y para qué lo dice. Todo ello matiza y modula su frase, todo o casi iodo mediante la entonación, esa música del decir con infinitas gradaciones todas inconscientes en los hablantes espontáneos.

Los técnicos del habla, como actores, oradores, declamadores, cantantes (y por lo tanto no ya hablantes naturales, es decir, inconscientes de su hablar, sino muy conscientes en cuanto a su deseo de comunicar un texto e influir en sus oyentes), tendrán que estudiar cuidadosamente esas modulaciones para realizarlas. No pueden dejarse a la espontaneidad del hablante natural. Deben dominar la paleta sonora.

La situación es parecida a la música popular o folklore, versus la música llamada culta o artística. Pues bien afirmamos que, en cuanto al dominio técnico de la entonación y ritmo se trata, en cuanto a la prosodia consciente, la mayoría de los actores son actores folklóricos. y se trata de convertirlos en hablantes cultos y sofisticados.

Desarrollaremos uno por uno estos importantísimos puntos. Pero entretanto, consideremos ahora otras funciones del habla artística.

AGC considera tres grandes aspectos, casi siempre muy relacionados y presentes en el habla:

      1. lógico-gramatical,
      2. impresivo-expresivo y
      3. lúdico-estético,

 que corresponden más o menos a las disciplinas:

1. fonética. fonología, léxico, morfología sintaxis y semántica,
2. pragmática, y
3. métrica y retórica.

 


Vuelta al Principio    Última actualización:  domingo, 06 de septiembre de 2015  Visitantes: contador de visitas