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De qué habla la poesía (incluido en Grupo Fundacional de Verso)

Tras practicar un poco la escritura de poesía y relato nos planteamos la pregunta en el título.

Porque mientras que en el relato se habla siempre de algo  ‒salvo quizá en el poema en prosa, y otros experimentos‒ se cuenta una historia que habla de lugares, gentes a las que les pasan cosas.

En el poema no: es decir: no es que no pueda hablarse de algo, pero ese algo no es lo poético del poema, es sólo un pretexto, un cañamazo donde la poesía, esa desconocida, extiende sus galas. Cuando las extiende, pero eso no hablaremos ahora.

Volviendo a ese hablar, encontramos que no hay personajes que hablan en un momento y lugar determinados, no. Algo habla desde un lugar ignorado, sin lugar, y en un momento cualquiera, todos los momentos.

¿Y de qué habla?. Tras escuchar a una poeta joven, buena y oscura, me pregunto y le hago la pregunta a Ogsmande Lescallier, poeta y lingüista, y me dice: 'de nada'. Y 'de todo'. No está mal la boutade de nuestro amigo. Ciertamente no se habla de algo al modo del relato o del teatro. Pero sí se da, en forma cifrada, envuelto en belleza, un mensaje de quien es el poeta, o lo que le pasa. En último extremo toda la poesía sería poesía 'de la experiencia'. porque las experiencias del poeta viajan en el poema encapsuladas, orientando la forma y el sentido del poema.

Bien, admitamos esta interpretación de las respuesta de Ogsmande pero sigamos inquiriendo más allá (o acá, hasta que lleguemos o no lleguemos, no podemos decidirlo).

Abordemos pues la semántica del poema. Claro es obvio que el salto metafórico permite, consiste en hablar de una cosa, pero hablando de otra. Aquí tenemos carne. (por cierto, he aquí una explicación espontánea de lo dicho: hablo de carne, pero me refiero a un argumento o idea interesante, buena, consistente etc. el encontrar carne quizá masticando tienen que ver con ir pensando y buscando, de ahí la metáfora).

Bien, entonces la metáfora, y sus hermanas, la imagen, la comparación, metonimia, alegoría y otras. sería una manera fundamental del hablar de la poesía. Pero hay otras:

Si citamos la cruz, pensamos en lo cristiano; si la media luna en lo musulmán, si la cruz gamada en el nazismo (robado a los indios, pero así se ha decantado el símbolo). El símbolo no es una metáfora, porque la asociación entre símbolo y simbolizado es artificial, alguien elige una forma o signo y luego se populariza, Pero una vez establecido, ya tenemos una asociación que la poesía puede emplear con fruto (y si se duda, recuérdese el cementerio marino de Valery).

Asimismo la forma en sonido del poema habla. ¿Cómo?. Con la fonética podemos elegir sonidos suaves, acariciadores, líquidos , nasales, vocales, o sea, sonidos que sugieren suavidad, agrado, paz, cariño; o, por el contrario, consonantes dura, plosivas, erres, sonidos que suenan a violencia, rotura, golpes y similares.

Puesto que esos sonidos también infunden un carácter a lo dicho, como transmiten un mensaje subliminal que baña lo dicho con las palabras y frases, esa fonética habla.

También es fonética los parecidos que llamamos rima  y aliteración. Su repetición recuerda lo pasado, se trata de una cierta rítmica o retorno de sonidos que nos trasmiten algo. ¿Qué? Harmonía, belleza...

EL ritmo de sílabas, sea mediante patrones acentuales o de cantidades, produce sensaciones afines a la música, que nos 'dice' asimismo cosas sin palabras, es decir, con una gran efectividad.

 

 


Vuelta al Principio    Última actualización: viernes, 18 de septiembre de 2015     Visitantes: contador de visitas