Esta página está en construcción: perdonen los errores, repeticiones y temas inacabados.
This page is being developed: I am sorry for errors, duplications and unfinished subjects.
Textos para curso en Bogotá II. Teatro-2: Vida es Sueño-1 (incluido en Grupo Fundacional de Verso)
Para nuestro segundo curso de Bogotá, recopilamos escenas de verso dramático
La escena puede hacerse larga, el texto que sigue, completo, o corta, recitando sólo el monólogo de Segismundo.
Décimas inmortales.
La Vida es Sueño. Pedro Calderón de la Barca. Acto I-Escena I
Contexto. Rosaura, vestida de caballero, y su criado Clarín son despeñados por el caballo en unos montes agrestes. Increpan, dialogan, hasta que ven algo, y una voz les distrae. Es Segismundo, encadenado, que se lamenta de su destino en lo que cree su soledad. SEG: (Ay mísero de mí, y ay infelice! Apurar, cielos, pretendo, ya que me tratáis así, qué delito cometí contra vosotros naciendo. Aunque si nací, ya entiendo qué delito he cometido; bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor, pues el delito mayor del hombre es haber nacido. Sólo quisiera saber para apurar mis desvelos ‑‑dejando a una parte, cielos, el delito del nacer‑‑, )qué más os pude ofender, para castigarme más? )No nacieron los demás? Pues si los demás nacieron, )qué privilegios tuvieron que no yo gocé jamás? Nace el ave, y con las galas que le dan belleza suma, apenas es flor de pluma, o ramillete con alas, cuando las etéreas salas corta con velocidad, negándose a la piedad del nido que dejan en calma; )y teniendo yo más alma, tengo menos libertad?[En las montañas de Polonia] Salen en lo alto de un monte ROSAURA, en hábito de hombre, de camino, y en representado los primeros versos va bajando ROS: Hipogrifo violento que corriste parejas con el viento, )dónde, rayo sin llama, pájaro sin matiz, pez sin escama, y bruto sin instinto natural, al confuso laberinto de esas desnudas peñas te desbocas, te arrastras y despeñas? Quédate en este monte, donde tengan los brutos su Faetonte; que yo, sin más camino que el que me dan las leyes del destino, ciega y desesperada bajaré la cabeza enmarañadade este monte eminente, que arruga al sol el ceño de su frente. Mal, Polonia, recibes a un extranjero, pues con sangre escribes su entrada en tus arenas, y apenas llega, cuando llega a penas; bien mi suerte lo dice; mas )dónde halló piedad un infelice? Sale Clarín, gracioso CLA: Di dos, y no me dejes en la posada a mí cuando te quejes; que si dos hemos sido los que de nuestra patria hemos salido a probar aventuras, dos los que entre desdichas y locuras aquí habemos llegado, y dos los que del monte hemos rodado, )no es razón que yo sienta meterme en el pesar, y no en la cuenta? ROS: No quise darte parte en mis quejas, Clarín, por no quitarte, llorando tu desvelo, el derecho que tienes al consuelo. Que tanto gusto había en quejarse, un filósofo decía, que, a trueco de quejarse, habían las desdichas de buscarse. CLA: El filósofo era un borracho barbón; (oh, quién le diera más de mil bofetadas! Quejárase después de muy bien dadas. Mas )qué haremos, señora, a pie, solos, perdidos y a esta hora en un desierto monte, cuando se parte el sol a otro horizonte? ROS: )Quién ha visto sucesos tan extraños! Mas si la vista no padece engaños que hace la fantasía, a la medrosa luz que aun tiene el día, me parece que veo un edificio. CLA: O miente mi deseo, o termino las señas. ROS: Rústico nace entre desnudas peñas un palacio tan breve que el sol apenas a mirar se atreve;con tan rudo artificio la arquitectura está de su edificio, que parece, a las plantas de tantas rocas y de peñas tantas que al sol tocan la lumbre, peñasco que ha rodado de la cumbre. CLA: Vámonos acercando; que éste es mucho mirar, señora, cuando es mejor que la gente que habita en ella, generosamente nos admita. ROS: La puerta ‑‑mejor diré funesta boca‑‑abierta está, y desde su centro nace la noche, pues la engendra dentro. Suena ruido de cadenas CLA: )Qué es lo que escucho, cielo! ROS: Inmóvil bulto soy de fuego y hielo. CLA: )Cadenita hay que suena? Mátenme, si no es galeote en pena. Bien mi temor lo dice.Dentro SEGISMUNDO SEG: (Ay, mísero de mí, y ay infelice! ROS: (Qué triste vos escucho! Con nuevas penas y tormentos lucho. CLA: Yo con nuevos temores. ROS: Clarín:... CLA: )Señora...? ROS: Huyamos los rigores de esta encantada torre. CLA: Yo aún no tengo ánimo de huir, cuando a eso vengo. ROS: )No es breve luz aquella caduca exhalación, pálida estrella, que en trémulos desmayos pulsando ardores y latiendo rayos, hace más tenebrosa la obscura habitación con luz dudosa? Sí, pues a sus reflejos puedo determinar, aunque de lejos, una prisión obscura; que es de un vivo cadáver sepultura; y porque más me asombre,en el traje de fiera yace un hombre de prisiones cargado y sólo de la luz acompañado. Pues huir no podemos, desde aquí sus desdichas escuchemos. Sepamos lo que dice. Descúbrese SEGISMUNDO con una cadena y la luz, vestido de pieles Nace el bruto, y con la piel que dibujan manchas bellas, apenas signo es de estrellas ‑‑gracias al docto pincel‑‑, cuando, atrevido y crüel, la humana necesidad le enseña a tener crueldad, monstruo de su laberinto;)y yo, con mejor instinto, tengo menos libertad? Nace el pez, que no respira, aborto de ovas y lamas, y apenas bajel de escamas sobre las ondas se mira, cuando a todas partes gira, midiendo la inmensidad de tanta capacidad como le da el centro frío; )y yo, con más albedrío, tengo menos libertad? Nace el arroyo, culebra que entre flores se desata, y apenas sierpe de plata, entre las flores se quiebra, cuando músico celebra de las flores la piedad que le dan la majestad del campo abierto a su huída; )y teniendo yo más vida, tengo menos libertad? En llegando a esta pasión, un volcán, un Etna hecho, quisiera sacar del pecho pedazos del corazón. )Qué ley, justicia o razón negar a los hombres sabe privilegios tan suave excepción tan principal, que Dios le ha dado a un cristal, a un pez, a un bruto y a un ave? ROS: Temor y piedad en mí sus razones han causado. SEG: )Quién mis voces ha escuchado? )Es Clotaldo? CLA: Di que sí. ROS: No es sino un triste, (ay de mí!, que en estas bóvedas frías oyó tus melancolías. SEG: Pues la muerte te daré porque no sepas que sé que sabes flaquezas mías. Sólo porque me has oído, entre mis membrudos brazos te tengo de hacer pedazos. CLA: Yo soy sordo, y no he podido escucharte. ROS: Si has nacidohumano, baste el postrarme a tus pies para librarme. SEG: Tu voz pudo enternecerme, tu presencia suspenderme, y tu respeto turbarme. )Quién eres? Que aunque yo aquí tan poco del mundo sé, que cuna y sepulcro fue esta torre para mí; y aunque desde que nací ‑‑si esto es nacer‑‑ sólo advierto eres rústico desierto donde miserable vivo, siendo un esqueleto vivo, siendo un animado muerte. Y aunque nunca vi ni hablé sino a un hombre solamente que aquí mis desdichas siente, por quien las noticias sé del cielo y tierra; y aunque aquí, por que más te asombres y monstruo humano me nombres, este asombros y quimeras, soy un hombre de las fieras y una fiera de los hombres. Y aunque en desdichas tan graves, la política he estudiado, de los brutos enseñado, advertido de las aves, y de los astros süaves los círculos he medido, tú sólo, tú has suspendido la pasión a mis enojos, la suspensión a mis ojos, la admiración al oído. Con cada vez que te veo nueva admiración me das, y cuando te miro más, aun más mirarte deseo. Ojos hidrópicos creo que mis ojos deben ser; pues cuando es muerte el beber, beben más, y de esta suerte, viendo que el ver me da muerte, estoy muriendo por ver. Pero véate yo y muera; que no sé, rendido ya, si el verte muerte me da, el no verte )qué me diera?Fuera más que muerte fiera, ira, rabia y dolor fuerte fuera muerte. De esta suerte su rigor he ponderado, pues dar vida a una desdichado es dar a un dichoso muerte. ROS: Con asombro de mirarte, con admiración de oírte, ni sé qué pueda decirte, ni qué pueda preguntarte; sólo diré que a esta parte hoy el cielo me ha guïado para haberme consolado, si consuelo puede ser del que es desdichado, ver a otro que es más desdichado. Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba, que sólo se sustentaba de unas yerbas que comía. )Habrá otro ‑‑entre sí decía‑‑ más pobre y triste que yo? Y cuando el rostro volvió, halló la respuesta, viendo que iba otro sabio cogiendo las hojas que él arrojó. Quejoso de la fortuna yo en este mundo vivía, y cuando entre mí decía: )Habrá otra persona alguna de suerte más importuna?, piadoso me has respondido; pues volviendo en mi sentido, hallo que las penas mías, para hacerlas tú alegrías las hubieras recogido. Y por si acaso mis penas pueden aliviarte en parte, óyelas atento, y toma las que de ellas me sobraren.
Vuelta al Principio Última actualización: Sunday, 02 de June de 2013 Visitantes: