Perdón por el neologismo, pero gesticulada sería una exageración de lo que queremos decir.

Ya hemos visto cómo decir-cantar una Frase cantada. Y en II.Ritmo. Pero la expresividad que ahí se cita nos arrastra al movimiento, al gesto. Y paralelamente es potenciada por él. Como ocurre en la vida, las palabras son puntuadas, reforzadas, completadas, expresadas, sentidas mediante gestos, gestos rítmicos ya en el habla, y más aún en el música.

Por supuesto, no aludimos al golpeteo, insoportable para los demás cantantes, del pie marcando el ritmo. Eso no es un gesto expresivo sino una ayuda propia a la percepción y marcado del tempo, marcado que debe ser mental (si debe, que ese marcar, incluso mental se opone al ritmp de la frase, con acentos y cambios de intensidad). Por todo ello suprímase en el canto, salvo al preparar la pieza.

Todo esto nos surgió al ensayar los Nocturnos de Mozart. La delizadeza refinada, casi coqueta, de letra y música nos inducía a mover las manos de manera sugerente de ambas. Y nos ayudaba a matizar, hasta a sentir.

Porque la canción es, también, teatro, ya que un intérprete, en escena, cuenta una historia. Y con ella debe interesar y conmover al auditorio (que es también vetorio). palbras, músicas y gestos componen el repertorio de lo ofrecido.

hasta un oratorio, una pasión, precisan gestos, aunque la solemnidad o religiosidad impongan una moderación definitiva en la expresividad.

Vuelta al Principio Última actualización: jueves, 15 de octubre de 2015 Visitantes: