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Crítica a Moreto (incluido en Grupo Fundacional de Verso
Tras ver El Lindo Don Diego de este autor ‒bien montada por cierto, con música, movimientos y detalles felices‒ nos vemos en la obligación de decir que Moreto, aunque comparte los modos, modelos, versos y estrofas de los grandes ‒Lope, Calderón, Tirso quizá‒ está por debajo.
Porque sus personajes son estáticos, monolíticos: se chocan unos con otros y no sirve de nada: unos ganan y otros pierden, pero ni unos ni otros cambian; van a suyo y ya está. No nos emocionan, no nos conmueven, son personajes de opereta, convencionales, sin rasgos propios. Y no es porque la obra sea graciosa: mucho lo es 'La dama boba' de Lope, y sin embargo, ¡cuanta emoción, qué transformaciones decisivas sufren sus personajes principales, cómo muestran el proceso de la persona!
Por otra parte la versificación es convencional: suele meterse un sintagma de la frase en un verso, como soldados que pasan lista.
El vocabulario es algo prosaico ('revienta'...). Parece que preludia la entrada de un naturalismo (falso) en la escena, lo que conduciría a los Moratines y, más adelante a Arniches y así. Astracanada. Moreto no es tal, pero se insinúa el peligro, creemos notar.
Así que, concediendo ingenio y oficio a Moreto, le sentamos en el banco de abajo. No hay poesía, sólo divertimento. Y esto fatiga.
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