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Seis escenas: La Discreta enamorada de Lope
Para nuestras Siete escenas cumbres de Nuestro Teatro Clásico. Un montaje La incluimos porque la hemos transitado muchas veces y porque tiene virtudes: sorpresas, engaños, ingenio, expectativas...Aroma de la Commedia dell'Arte. Métricamente : redondillas); metros y estrofas relacionados con el texto que almacenan: diálogo vivo entre dos mujeres. Incluimos cuarteto final de rima libre con pareado final. Dos personajes, Belisa, vieja (y madre de), Fenisa, dama. Pero se alude al Capitán y a su hijo Lucindo, a quien ama Fenisa. En cursiva los retoques realizados para configurar la escena. Circunstancias dadas. Vuelven la iglesia y van a casa. Gente por la calle, festivo probablemente. Circunstancias imaginadas (necesarias para un montaje). Hace frío (mantos). Vuelven de la iglesia (jubileo, rito muy importante, indulgencia plenaria, se abre la puesrta santa, quizá año compostelano, el domingo). )sobre el mediodía (una hora antes de comer (tienen que coocinar). Es festivo, el domingo por ejemplo. . Ella mira interesada y quizá coqueta, sobre todo cuando ve a Lucindo. Fenisa es mediana, garbosa, ojos vivos. Viste sencillo pero con toques de color, de buen gusto. Fenisa es rechonca y miratambien, pero con disimula, con una mueca de virtud afectada. Viste sencillo, pero buen género. Clase media alta, pues el vecino es caìtan, importante.
La discreta enamorada. Lope de Vega Acto I- ESCENAS 1 y 6 fundidas, con cuarteto de la VIII
Contexto. La lista y bella Fenisa dialoga con madre, la hipócrita Belisa sobre cómo debe esperar o no esperar el amor una mujer. LA DISCRETA ENAMORADA de Lope de Vega ACTO PRIMERO Salen BELISA y FENISA, tapadas con mantos BEL: Baja los ojos al suelo, porque sólo has de mirar la tierra que has de pisar. FEN: (Qué! )No he de mirar al cielo? BEL: No repliques, bachillera. FEN: Pues )no quieres que me asombre? Crïó Dios derecho al hombre porque el cielo ver pudiera; y de su poder sagrado fue advertencia singular, para que viese el lugar para donde fue crïado. Los animales, que el cielo para la tierra crïó, miren el suelo; mas yo )por qué he de mirar al suelo? BEL: Mirar al cielo podrás con sólo el entendimiento; que un honesto pensamiento mira la tierra no más. La vergüenza en la doncella es un tesoro divino. Con ella a mil bienes vino, y a dos mil males sin ella. Cuando quieras contemplar en el cielo, en tu aposento con mucho recogimiento, tendrás, Fenisa, lugar. Desde allí contemplarás de su grandeza el proceso. FEN: No soy monja, ni profeso las lecciones que me das, y si para atormentarme me trujiste al jubileo, más cumplieras tu deseo pudiendo en casa encerrarme, dejárasme con diez llaves. BEL: )Extremos haces agora? FEN: Pues )no he de sentir, señora, que por momentos me acabes? (Con mis ojos vas riñendo! )En qué te dan ocasión? BEL: Por ser santa la estación, voy tus ojos componiendo. Y no recibas enojo; que doncellas y hermosuras son como las crïaturas, que suelen morirse de ojo. Hay mancebete en Madrid, que si te mira al soslayo, hará el efecto del rayo. FEN: El efecto me decid. BEL: Abrasarte el corazón, dejando sano el vestido. FEN: Ya sabes tú que no he sido de tan tierna condición. BEL: Decía tu abuela honrada que una doncella altanera era en la calle una fiera de cazadores cercada. Piérdese cuando la alaban, ríndese cuando suspiran; que cuantos ojos la miran, con tantas flechas la clavan. FEN: Pues )cuándo se ha de casar una mujer nunca vista? BEL: Eso no ha de ser conquista; que es imposible acertar. FEN: Pues )qué ha de ser? BEL: Buena fama de virtud y de nobleza. FEN: Donde falta la riqueza mucho la hermosura llama; que ya no quieren los hombres sola virtud. BEL: Pues )qué? FEN: Hacienda. BEL: ¿Ésa es la preciada prenda? FEN: Así es razón que la nombres. Mientras BELISA y FENISA van a casa, Fenisa ve a alquien y deja caer un pañuelo BELISA lo recoge indignada y llegan a casa. BEL: )Haste quitado tu manto? FEN: Quitado, señora, está. BEL: Pues toma ese manto allá. FEN: De tu cólera me espanto. (Válgame Dios! )Qué te hago? Con cualquier cosa te ofendo. BEL: )Tú piensas que no te entiendo? Yo tengo mi justo pago. Si yo te cerrase en casa, pocas veces me darías estos disgustos. FEN: Los días que esto por milagro pasa, que al fin son de un jubileo, tan caros me han de costar, que te tengo de rogar que me encierres. BEL: No lo creo. FEN: )De qué te quejas de mí, que siempre me andas riñendo? BEL: De tu libertad me ofendo. FEN: )Libertad? BEL: Yo, )no lo vi? FEN: )Qué mancebo me pasea de estos que van dando el talle? )Qué guijas desde la calle me arroja, por que le vea? )Qué seña me has visto haceren la iglesia? )Quién me sigue, que a estar celosa te obligue? )Qué vieja me vino a ver? )Qué billetes me has hallado con palabras deshonestas? )Qué pluma para respuestas, qué tintero me has quebrado? )Qué cinta, que no sea tuya o comprada por tu mano? )Qué chapín, qué toca? BEL: En vano quieres que mi honor te arguya. No me quejo de que sea verdadera la ocasión. FEN: Pues )qué es esto? BEL: Prevención. Mi honor el tuyo desea. Querría que te guardases de eso mismo que me adviertes, y que a esas puertas más fuertes nuevos candados echases. FEN: (Tanto me podrás guardar...) Aparte BEL: )Qué dices? FEN: Que haré tu gusto, pero cáusame disgusto tanto gruñir y encerrar. )Fuiste santa, por tu vida, en tu tierna edad? BEL: Fui ejemplo en casa, en calle y en templo, de una mujer recogida. Los ojos tuve con llave. FEN: )Cómo te casaste? BEL: El cielo vio mi virtud y mi celo; que el cielo todo lo sabe. FEN: Mi tía me dijo a mí que hacías mil oraciones, y andabas por estaciones. BEL: )Yo, para casarme? FEN: Sí; y mil viernes ayunabas, que un anacoreta igual y haciendo esto, es señal que casarte deseabas. BEL: Nunca tal imaginé. Miente, por tu vida y mía; que antes monja ser quería, y sin gusto me casé. FEN: Pues )cómo fuiste celosa de mi padre, que Dios haya? BEL: Porque no había joya o saya, plata en casa, ni otra cosa, que no diese a cierta dama, hacía aquel sentimiento por vosotras. llaman a la puerta FEN: Golpes siento. BEL: Mira, Fenisa, quién llama.Llégase FENISA a mirar por la reja FEN: Por entre la reja vi el capitán tu vecino. BEL: Ya lo que quiere adivino. FEN: )Ya lo sabes? )Cómo ansí? BEL: Ha días que da en mirarme. Creo que me quiere bien; yo le he mostrado desdén, y querrá en bodas hablarme. Y por tu vida, Fenisa, que no me estuviese mal; que es un hombre principal. FEN: Perdona, madre, esta risa. BEL: )De qué te ríes? FEN: De ver la santidad que tendrías cuando más moza serías, que ejemplo debió de ser en casa, en calle y en templo. De llamar el capitán, )eso barruntos te dan? Tomar quiero el buen ejemplo. BEL: Loca, es un hombre muy rico, y esta casa está sin hombre; seráte padre en el nombre. FEN: Que me escuches te suplico, )es para guardarme a mí? BEL:No es otra mi prevención que ver en casa un varón que te guarde y honre a ti. FEN: Pues, cásame a mí primero, y guárdeme mi marido. BEL:Cuando se hubiera ofrecido, lo hiciera, y hacerlo espero.FEN: Yo en los términos te arguyo. BEL: Éste guardará tu honor. FEN: )No me guardara mejor mi marido que no el tuyo? BEL: Hijo tiene, y ser podría concertar esto también. FEN: ((Ay, mi Lucindo y mi bien! Aparte (Quién viese tan dulce día!) (Si no me entiendes con aqueste enredo, Aparte no eres discreto ni en Madrid nacido; mas si me entiendes, y a buscarme vienes, tú naciste en Madrid, discreción tienes).a 3 sil/seg, unos 9 minutos.
a 4 sil/seg, unos 7 minutos.
Vuelta al Principio Última actualización: Wednesday, 29 de May de 2013 Visitantes: