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Formantes y articulación (incluido en Conversaciones con Vicente Fuentes)En páginas anteriores hemos aludido a la relación
entre harmónicos y
formantes y espectro. Conviene que encontremos de manera clara , si ello
3es así, las cavidades en el tracto vocal que son responsables de cada uno de
los formantes, porque esta materia nos parece que está algo dudosa.
En principio se supone que el primer formante corresponde a la cavidad faringes y el segundo. a una genérica cavidad bucal.
Cornut se atreve a sugerir que el tercer formante correspondería a una cierta cavidad entre dientes y labios y el cuarto lo deja sin atribuir.
Esto en cuanto a los formantes responsables como sabemos de los timbres vocálicos e incluso de los consonánticos (diferencia entre [s] y [sh]).
Este estudio va a constituir el primer experimento de hoy.
Por otra parte y en relación ya con los timbres que antes llamamos secundarios, es decir, los que corresponden a las cualidades o calidades de la voz (voz "velada", "cubierta" "abierta", etc.).
Nos proponemos también pues ver la repercusión en el espectro de estas
cualidades de la voz y su relación con la articulación, especialmente de los
músculos no considerados específicos de la producción fonética, como serian los
risorios, los maseteros, oculares, y los demás músculos faciales, así como
posiblemente otros situados en el cráneo y el cuello (los cuales naturalmente
afectan afectan también a la laring
e y por tanto también a la fonación).
Esta búsqueda va a constituir el segundo experimento de hoy.
Dejando fija la mandíbula (con utensilio llamado bone-prop, un sujetador de mandíbulas), se consiguen las vocales moviendo la lengua para [e] e [i]. es decir, el hablante busca el timbre deseado alterando el volumen de la cavidad bucal, pero como la mandíbula que es quien se encarga de esta alteración de volumen, está sujeta, se compensa ahora con un movimiento de la lengua, antes en reposo.En todo caso queda cla ro que el formante en las mediaciones de 2.000hertz. (segundo para la [i* tercero para la ê], depende muy directamente de la cavidad que situamos por ahora tras los dientes. En concreto la cavidad se estrecha al pasar de [e] a [i].
El error en la terminología al uso es asignar un ordinal a un formante debido a que al cambiar de vocal algunas zonas formánticas aparecen o desaparecen. En realidad habría que emplear como referencia los formantes del tubo neutro o schwa que corresponden a las frecuencias de 1500 2500 y 3500, precisamente los armónicos del tubo que se desplazan al variar su morfología.
Pasamos en la figura de 2050 a 2350 y luego vemos que dos formantes a 2600 y 3300 pasan a un único formante en 3100, es decir, se reúnen en el intermedio
Al pasar de [a] a [o] igualmente con la mandíbula inmovilizada, observamos como de manera principal se abocinan los labios aumentando y alargando la cavidad bucal que ahora incluye una zona pasado los dientes, y por otra parte se siente una cierta tensión en el fondo del tracto vocal, en la faringe, que se deberá probablemente a un pequeño desplazamiento de la raíz de la lengua