Jazz
A partir de una audición de "My favorite things" de Coltrane, que me tumbó durante tres días, maravillado, entré en ese mundo de improvisación y fantasía rítmica, melódica y y harmónica: es decir, tenía --tiene--, de todo. Eso sería por el 63, más o menos.
Organicé después, con amigos, una escuela de Jazz que llamamos Jazz Forum en la Escuela (la escuela de ingenieros industriales, en la Castellana madrileña). Hubo que batallar con las autoridades para conseguirlo ('aquí somos ingenieros, no somos pianistas', decían), pero se portaron muy bien, hasta nos pusieron un espléndido techo con virtudes acústicas. Por allí pasaron, e incluso empezaron, gente como Jorge Pardo, José Antonio Galicia, Miguel Ángel Chastang y Tomás San Miguel, entre otros muchos que no siguieron, o simplemente han sido menos conocidos. La hazaña más notable fue convencer a todos (menos uno) los músicos de jazz de Madrid de entonces para que tocaran gratis en un macrofestival, que tuvo éxito (en el colegio Chaminade, creo) . Tras un período delicioso y algo desrumbado, el contrabajista Dave Thomas dirigió informalmente la música del centro, relevándome de tareas algo excesivas para mí.
Dentro de esa escuela de jazz, formamos un grupo rotatorio que incorporaba la gente que destacaba, como los arriba citados. Por mi parte, tocaba el instrumento que faltaba, generalmente piano o contrabajo.
Esa música, a pesar de los clichés, que son estilo al fin y al cabo, estimula la fantasía y obliga a buscar y encontrar dentro de un marco: eso es el arte.
Más tarde he comprendido que incorporé ese modelo en muchas cosas, por ejemplo, en que la melodía es fiel (coincide y amplía) a la harmonía local, el acorde contra el que nace: es un modelo de música modal. Y modal era gran parte de la música de Coltrane (la más intensa, quizá), de la que partió esa afición que duro al menos diez años. Luego vendrían otras músicas (árabe, turca, persa), ya irremediablemente modales.
Vuelta al Principio Última actualización:
Tuesday, 09 de July de 2013 Visitantes: