Esta página está en construcción: perdonen los errores y temas inacabados.
This page is being developed: I am sorry for errors and unfinished subjects.
Abstracto y concreto
Lo abstracto está ligado a lo ideal, a lo pensado, a lo ideado. Lo concreto a lo que es real, lo que es de verdad, lo que se toca, oye, ve y huele.
Ahora bien, no podemos acceder a nada sin pensarlo. Reconocerlo es ya ligar una sensación y percepción con una idea previa, la que tenemos del objeto o cosa que reconocemos.
Así que solo accedemos a lo abstracto. Lo concreto nos está vedado. Y puesto que es así, ¿existe lo concreto? o es sólo otra idea, otra abstracción que nos es grato, incluso necesario, para que nos sintamos sobre un mundo estable.
Sospechemos que no hay concreto. Que todo es abstracto, todo es idea, el mundo real es otra idea.
¿Entonces?
Lo que creemos que hay (?) son niveles de abstracción: el '2', una abstracción nacida de la experiencia de parejas (orejas, ojos, tetas, pies, etc.) pasa a ser un número, el cual en compañía de otros, el '3', el '1' y otros muchos pasa a ser globalizado como N, el conjunto de los enteros positivos. Antonio González es una concreción de 'Español', y el 21 de abril una concreción de 'Un día de primavera'.
Pero todo lo citado, primavera, abril, día, español. hombre, orejas, son abstracciones, ideas. son abstracciones. Las cuales, a su vez, son respectivamente concreciones de otras abstracciones de más alto nivel: los días, los europeos, los números enteros. Y así sucesivamente ad infinitum.
Pero, me argumentan, ¿no es cierto que yo no puedo pasar si una mesa me lo impide?. Sí, respondemos, es verdad; pero sólo si previamente aceptamos las abstracciones, ideas de 'yo', 'mesa', 'pasar', 'no'. En ese caso son incompatibles unas abstracciones con otras', el constructo de abstracciones no casa, no funciona, está mal construido, Es como una frase ilógica, una mesa con dos patas, un avión que no vuela.
Ya nos encontrábamos con paredes a la comprensión del mundo en Imposibilidad de definir.
Como se ve, no resolvemos nada, únicamente levantamos acta de las inconsistencias y contradicciones de nuestro mundo tan evidente (seguimos en ello, aunque a enorme distancia, a Heraclito y otros seres molestos)
¿Para qué?
Para saber, para inquietar, porque sí.
No obstante, todo esto no quita su utilidad, la de este mundo evidente, para bregar con las cosas. Terminamos pues con una nota de esperanza. Pero no estaría de más estar menos seguro de las cosas indudables.
Vuelta al Principio Última actualización: Wednesday, 17 de July de 2013 Visitantes: