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Las cosas las hace la fe

A primera vista parece que la fe en algo lo hace fuerte, agradable, valioso. Eso no es falso, pero la cosas es mucho más importante: las cosas las hace la fe. Y por supuesto, las mantiene. Una cosa es ella mientras los implicados creen en ella. Luego desaparece.

O sea, nace por y con la fe. Y muera y desaparece por su ausencia. Vamos a probarlo.

Consideremos algo nada sospechoso de esoterismo, sin cosas raras.... una empresa, por ejemplo.

La empresa nace cuando varios ‒los llamados después empresario‒ tienen la idea, la sopesan, se deciden, creen en ella, es decir, en su viabilidad, adecuación, rentabilidad,...

En ese instante nace la empresa. es decir, su germen, su gestación. Su nacimiento, su parto, es ya un lugar, unos  materias primas, una maquinaria, un personal.

Mientras los empresarios y elo personal crean en la empresa (si los trabajadores no se la creen, porque no se les paga, porque la creen destinada al fracaso, por lo que sea,,, si no creen a su ves, la empresa muere,

Se fabrican lo9s productos o se realizan los servicios que corresponden a la empresa. Si los clientes no creen en ellos (porque los consideran malos, porque creen que se pueden estropear, porque tienen antipatía por el nombre, el envase, lo que sea... si no creen y por tanto compran, no se mantiene la empresa, no hay empresa.

Sale a Bolsa la empresa. Si los inversores no creen en ella (porque la consideran insegura, poco rentable, inviable, por lo que sea... si no creen en ella, no habrá empresa.

La empresa vive, es, pues, cuando los implicados creen en ella.

Y como la empresa cualquier cosa: un artista ‒en quien dene creer el artista, el marchantes, el galerista y el público‒, un país ‒en quien deben creer, los habitantes las instituvionres nacionales e internacionales‒, un imperio ‒en quien deben creer los que lo forman, tanto dominadores como dominados, con su lengua, su moneda, sus comunicaciones, sus artesanías ‒-

Todo, todo es un acto de fé.

Llegados a este punto , incluso la salud es un acto de fe.

Npo es sano a quel a quien le curan, sino aquel que siente la salud, la vida, la energía, la confianza, la fe...

en estar aquí, vivo, con intereses y tr5abajos, aficiones afectos y desafectos, con un ardor puesto en las cosas, las personas, seres vivos e inanimados, y, sobre todo, la propia noción intensa de estar vivo y saludable, y el seguir estándolo.

También la salud es cosa de fe.

Nos quedan ahora, según el orden tradicional, el dinero y el amor.

Quédense para mañana.

 


Vuelta al Principio    Última actualización: viernes, 18 de septiembre de 2015   Visitantes: contador de visitas