El canto tiene que ver sobre todo con el oído, como es notorio. pero hay además una importante actividad visual: principalmente consultar la partitura (si se usa en el canto y mirar el director (si también se usa).

La cuestión partitura es sencilla en apariencia, y lo mismo la cuestión director. pero la cosa es aplicar una alternancia (indispensable) entre ambas. Veámoslas una a una y después esa alternancia.

La partitura ha de colocarse delante del cantor e inclinada hacia adelante) unos 30º) precisamente para poder ver al director. Ha de ajustarse pues esa posición de modo que le director aparezca encima del borde superior de la partitura. La distancia a los ojos depende de la calidad visual del cantante. Si su vista es buena podría alejarla mucho de los ojos (como 50cm). Si no es buena, por ejemplo debido a miopía o vista cansada (presbicia) tendrá que acercarla más (unos 20 cm), lleve o no gafas. Es este caso debería alternar una focalización muy cercana para partitura y lejana (en general) para el director.

El mirar al director es en general indispensable, aunque no continuamente, lo que permite consultar la partitura periodicamente.

Nos suge la alternancia. pues continuamente: podemos admitir que habrá de mirarse al director de manera continuada en la principio de la pieza, al final y en todos los momentos especiales de cambio (marcado en la partitura, en la original o en las marcas que los ensayos nos han hecho esperar, especialmente los cambios que nuestro director concreto, en ejecuciones previas, ha modificado en la partitura. Asimismo conviene mirar al cominzo y final de cada frase (delatados en general mediante signos de puntuación). Los momentos de mirar al director pueden entonces dedicarse al echar cistazos a la pertitura que nos rec uerden la leodía en su medida.

No debe leerse en la ejecucion seris del canto slavo en la preparcion de la pieza, porque enytonces el cantante se ensimisma y piede la conexion con el director y los compañeros y camoañeras, con los cuales debe concordar en tono y tiempo.

A este modesto cantor le ocurre que al cabo de unis mintos de eemisión de le pone la vista algo nborrosapar leer la partiura, cocon lo que dene acudier a su memeoria para seguir cantantdo. No quye decir tiene que ello es debido a que ha aorendido la pieza de memoria, sea nusica o letra, grave defecto de los que supkioenen que saber leer la partitura les descarga de esa importante labor.

Incluso hay una nueva solución: mirar simultáneamnte la partitura y el director, focalizando en la primera, pero manteniendo una atencion parcila en eel director, o mas bien en sus movimientos generales sobre ritmo y agogica.

Subsiquientemente ha pensado y experimentado, habiendo llegado a la solución de relajar la vista de tanto en tanto. Puesto que el ojo no se cnasa, son los músculoa empledos en focalizar los que lo hacen (se contraen selectivamente para cambia la curvaura de la lente- S econsigue esta relajación como con todos los músculos: estirándolos (Rupert dixit): sse hace alternadamente, girando los ojos recorriendo los puntos mmas laterales (arriba, derecha, abajo, izquierda,por ejemplo). Y para qno chocar ni advertir al espectador, se cierran los ojos dutrante el giro. La cosa puede durar unos segundos, unos tres..

Vuelta al Principio Última actualización: lunes, 19 de febrero de 2018 Visitantes: